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La Corrupción, mal ejercicio del poder

La corrupción es el producto de la degradación de los valores sociales, es también una tergiversación del buen uso del poder. En un aparte del documento;  Ética, economía y democracia, notas para un debate de Armando Di Filippo , encontramos que " Los derechos humanos no respaldados por una contrapartida de obligaciones y responsabilidades voluntariamente asumidas (especialmente por aquellos que detentan poder) son meros espejismos retóricos (o “unicornios”, según la ironía de McIntyre). Si las obligaciones de aquellos que detentan poder institucionalizado en las sociedades democráticas se asumen en la vida social, entonces son poderes “bien” utilizados. Es por este camino como, en democracia, se puede vincular socialmente el concepto de poderes humanos con el concepto de obligaciones humanas. " Si tratamos de comprender bien este argumento teórico, nos daremos cuenta que la corrupción no es otra cosa que un mal ejercicio del poder, pues como bien se dice en

La Corrupción como problema social.

Desde la Definición que se nos dá en la Plantilla de Problemas Éticos, se nos orienta que " la corrupción se genera cuando un servidor público, que se encuentra realizando labores en instituciones estatales, actúa en pro de sus propios beneficios o en pro de terceros, en detrimento de los intereses del Estado y de los ciudadanos." Si bien esta definición es totalmente cierta, también es cierto que no sólo se da la corrupción a nivel de la administración pública o procesos políticos, hoy la corrupción también ha permeado a la misma sociedad; la del común y corriente. Cuando desde la conceptualización se habla de la falta de interés por parte de nosotros como sociedad por lo que hacen los administradores de nuestro país, también se debe tener en cuenta que esta falta de interés viene dada porque no hay garantías para ejercer un control a esta serie de procesos. Cuando nos dirigimos a un estamento de control; llámese fiscalía, procuraduría, inspección y otros cua